EL ARTE DE ESTAR SOLO
"La gente se apega, y cuanto más te apegas a la otra persona, más se asusta la otra persona, más ganas tiene de escapar, porque hay una gran necesidad interior de ser libres. El deseo de libertad es mucho mayor que cualquier otro deseo, es mucho más profundo que cualquier otro deseo. De ahí que uno pueda sacrificar incluso el amor, pero no pueda sacrificar la libertad, no forma parte de la naturaleza de las cosas. De ahí que la auténtica dicha sólo pueda ocurrir en tu soledad.
La soledad es un arte, todo el arte de la meditación.
Si primero estás arraigado en tu ser y luego te diriges a una relación, el fenómeno es completamente distinto. En este caso puedes compartir, puedes amar y también puedes disfrutar este amor. Incluso cuando es momentáneo, puedes danzar, puedes bailar, y cuando desaparece, desaparece; no miras atrás. Eres capaz de crear otro amor, de modo que no hay necesidad de apegarse. Das gracias a tu amante, das gracias al amor que ya no está ahí porque te enriqueció y te proporcionó algunos atisbos de la vida, te hizo más maduro.
No obstante, esto sólo será posible si estás algo arraigado en tu ser. Si el amor es todo lo que tienes, sin ninguna base meditativa, sufrirás, cada relación amorosa tarde o temprano se convertirá en una pesadilla. Aprende el arte de estar solo, y dichosamente solo; entonces, todo será posible".
… compartir, amar y disfrutar, sin apegarse
…dar gracias…
Para tenerlo bien en cuenta…
Marian
Ohh, sí, estoy muy de acuerdo con este artículo. Apreciar la buena soledad y saber aprender de ella es cosa muy aconsejable. Anthony de Melo habla sobre esto y dice que cuando la gente se harta de sufrir es un buen momento para despertar.
ResponderEliminarBuda dice: El mundo está lleno de dolor, que genera el sufrimiento.
La raíz del sufrimiento es el deseo. Si quieres arrancarte esa clase de dolor, tendrás que arrancarte el deseo...
¿El deseo es cosa buena?
La base del sufrimiento es el apego, el deseo.
En cuanto deseas una cosa compulsivamente y pones todas tus ansias de felicidad en ella te expones a la desilusión de no conseguirla.
De no haber deseado tanto que tu amigo te acoja, te contemple y te tenga en cuenta; de no desearlo tanto, no te importaría su indiferencia ni su rechazo.
Donde no hay deseo-apego, no hay miedo, porque el miedo es la cara opuesta al deseo, inseparable de él.
Sin esta clase de deseos, nadie te puede intimidar, ni nadie te puede controlar o robar, porque, si no tienes deseos, no tienes miedo a que te quiten nada.
Donde hay amor no hay deseos. Y por eso no existe ningún miedo.
Si amas de verdad a tu amigo, tendrías que poder decirle sinceramente:
...así, sin los cristales de los deseos, te veo como eres, y no como yo desearía que fueses, y así te quiero ya, sin miedo a que te escapes, a que me faltes, a que no me quieras.
¿Porque en realidad ¿ que deseas? ¿Amar a esa persona tal cual es, o a una imagen que no existe?
En cuanto puedas desprenderte de esos apegos-deseos, podrás amar; a lo otro no se le debe llamar amor, pues es todo lo contrario de lo que el amor significa.
Saludos Marian
Gracias Alfonso, por estos preciosos apuntes...
ResponderEliminarCuando antes leía sobre el apego...¡no entendía nada! además hasta me parecía horrible... y me molestaba, por lo que me tocaba, claro. Ahora ya sé que es así, no me paree muy sencilla la práctica, pero ya estoy en ello, en practicarlo, y no hay nada como la experiencia, por mucho que lo vea escrito, por mucho que lo diga quién lo diga, con la experiencia es con lo que aprendo...
Un abrazo (sin apegos)
Ah y estoy muy de acuerdo con Anthony de Melo cuando dice que "cuando la gente se harta de sufrir es un buen momento para despertar", y lo estoy por mi propia experiencia, síiiiiiii. Puedo decidir engancharme al sufrimiento...y no salir de ahí, o bien cambiar de actitud...para que todo cambie, en fin... Despertar.
ResponderEliminar¡Felices despertares!