martes, 30 de abril de 2013

Cuento: Lo que una hormiga pierde...


Los que me conocéis sabréis bien por qué he elegido este cuento…

Pues resulta que he de contarte, que la hormiga Matrún era de esas muchas hormigas que trabajan a diario, que se pre-ocupaba por tener una buena casa, una buena hoja con ruedas -con las hormigas no existen autos, sólo hojas con ruedas- y que para obtenerlo tenía que ir a trabajar muy temprano a un lugar donde había muchas más hormigas como ella, que también se procuraban muchas cosas que las tiendas vendían como "indispensables" en trabajos aburridos.

"Unas por otras" decía la hormiga Matún que alejaba la bocina del teéfono mientras su jefe le gritaba quién sabe qué cosas: " adadadfjuansjnnoooooo"

Porque han de saber, que en ese mundo cuando están enojados los jefes de las obreras hormigas comienzan a decir palabras extrañas y si uno no adivina que dijo; ¡zaz! eres castigado.

Pero un buen día, la hormiga Matrún iba camino a su trabajo como siempre y mientras esperaba la fila interminable de autos - perdon, de hojas con ruedas- se puso a imaginar el trabajo de sus sueños, hacer títeres, escribir cuentos y colorear  miles de árboles. Miró su hoja con ruedas y pensó que en realidad ya no le importaba tanto tener una hoja mas equipada:
"Las hojas, son hojas en cualquier lado y sirven para lo mismo" Reflexionó Matrún.

Y por alguna razón -que en éste cuento no importa - aquella mañana su jefe estaba tan de mal humor que sin dar explicaciones la despidió.
Al haber perdido su empleo, volvió a su casa donde ésta también le jugó una mala broma, dejando entrar a rateros que tuvieron a bien sacar todas sus casa y ¡en tiempo récord de menos de una hora!.

Así que Matrún empacó lo poquito que le quedaba y salió a la calle para dirigirse a su hoja con ruedas, pero ésta tampoco estaba ya que tuvo la buena idea de irse de vacaciones sin avisarle.
¡Ay pobre hormiga Matrún! Todo lo ha perdido.

"Y entonces ¿para qué trabajar tanto en un lugar tan desabrido?" Se preguntó confundida.
Para colmo, comenzó a llover con tal fuerza que Matrún perdio una antenita y mojada dijo:
"Ya solo falta perder mi vida" Mientras miraba mi pluma que la acechó en cada renglón de este cuento.

Entonces le dije:
"Pero no querida mía, que este cuento fue para devolverte lo único que tenías perdido, TU VIDA"
"Un cuento siempre será como el inicio de una nueva vida, porque todo empieza cuando uno lo imagina"


Y la vida es como un cuento… tú puedes escribir cada capítulo… y lo mejor… hacer que acabe bien… Los cuentos siempre acaban bien… y de eso es responsable el protagonista… ¿o el autor? Quizás en nuestra vida coinciden…

Marian

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