¿Cómo llegó?


¿Cómo llegué a Biodanza?... Es una pregunta que me hacen mucho últimamente…
Y la verdad es que es tan curioso… como llegó la Biodanza a mí… porque yo no la busqué…vino ella solica...
 Yo digo que fué un Milagro en mi vida, un REGALO maravilloso que me hizo el Universo.
La verdad es que se sucedieron una serie de acontecimientos que yo fui percibiendo como positivos, aunque algunos de ellos a simple vista no lo parecieran. El día del sorteo de lotería de Navidad me tocó un premio especial, así lo sentí en ese momento, fue una carta de despido que me daba la oportunidad de, como mínimo, descansar. Yo, que me había quejado durante  9 años de mi trabajo…, de un buen trabajo visto desde fuera, tenía una puerta abierta enorme frente a mí… Era una oportunidad. Y lo tuve clarísimo.
Por primera vez en mi vida, CONFIÉ, confié en que todo iba a ir bien, y que algo bueno me iba a llegar, pero lo mejor es que no tenía prisa… Decidí dedicarme tiempo a mí, a pasarlo bien, a hacer aquello que me hiciera sentir bien… Y lo hice, no desaproveché ninguna ocasión. Tuve experiencias preciosas que compartí con maravillosas personas que fueron apareciendo en mi vida. Realmente me sentía maravillada de tantas personas con las que lo pasaba genial y lo mejor…percibía que a estas personas les pasaba lo mismo conmigo. He aprendido que uno da lo que tiene dentro de sí, y desde luego cuando uno se encuentra tranquilo, esperanzado, ilusionado, contento… lo que transmite siempre es positivo y atrae más de lo mismo.
Fué pasando el tiempo, yo lo dejaba pasar sin preocuparme…, tanto que hasta yo misma estaba sorprendida (y sé que algunos otros también aunque no me lo dijeran). Lo que sí tenía claro es que me quería dedicar a algo que me hiciera sentir bien y yo sabía que probablemente esto también iría unido a hacer sentir bien a otros… pero si llegaba a pensarlo…empezaba a preocuparme y eso no me gustaba. ¿Qué opciones tenía yo para hacer algo así? La verdad es que no se me ocurría nada… Entonces lo dejaba estar ahí…
Un día, a finales de agosto, Fran vino a la playa y me dijo que me había traído un folleto de Biodanza y me dijo: creo que te va a gustar. Sólo al oír la palabra, BIODANZA, algo resonó dentro de mí, me encantó, sin saber lo que era, quizás sería que me sonó a Biología… Por la noche ya leí el folleto y me gustó tanto que entré en Internet a buscar más. Lo primero que me salió fue un Curso de Formación para Profesores de Biodanza, y leí sobre ello. Algo dentro de mí me decía a gritos que lo hiciera, y mi cabeza decía que si estaba loca o qué… Tuve sólo dos o tres días para meditarlo… el que Javier de la Sen me dijera que simplemente como crecimiento personal iba a ser importante, me hizo decidirme. Un mes intensivo dedicado a mí, a mi persona, me lo planteé como un regalo más que me hacía (a esto ya le había pillado el gustillo…)
Lo que viví durante ese mes fue muy grande, muy positivo, muy emotivo, muy sorprendente… La convivencia con el grupo me mostró lo maravillosas que somos las personas y la riqueza del compartir. Lo que aprendí de mí misma, fue tremendo y comencé a aceptarme tal como soy y a quererme más y a sentirme realmente valiosa. Fluyeron emociones sin parar, las dejé salir libremente… Lo mejor es que comencé a practicar el hacer lo que sentía… y os aseguro que es algo altamente recomendable, a mí es lo que me proporciona PAZ.
Ese sentimiento de Paz Interior, es algo que creo que echaba de menos inconscientemente desde siempre, desde que tengo uso de razón, y desde luego que ni imaginaba la hermosura de esa sensación.
Así que aquí estoy, con mucha ilusión y disfrutando de poder transmitir la alegría de vivir a las personas que vienen a biodanzar.
Estoy enormemente agradecida por lo que recibo en cada sesión de Biodanza, poder dedicarme a esto me parece precioso, y sé… ahora sé, que esto era eso bueno que me iba a ocurrir, y me siento afortunada de poder dedicar mi tiempo a hacer algo que me hace sentir bien a mí y a los demás ¡era eso lo que quería!
Tengo que agradecer a alguien, al principio cuando yo todavía lo dudaba… o no me lo terminaba de creer…me dijo: Esto es lo tuyo… Yo le dije: ¿eso crees? Y me dijo: no, no lo creo, es que estoy seguro de ello. Oír esto me dio fuerzas para seguir. Mil gracias.
Desde entonces cada vez siento más que estoy en mi lugar, así que aquí estoy, y el Universo está de mi parte, esto es lo mejor.
“Tu vida… una preciosa danza, déjate llevar por su música… disfrútala…” Marian

3 comentarios:

  1. Muy bien guapa.
    Ánimo y adelante con todo lo que te ilusiona.
    ¡Sigue tu felicidad!
    Un beso muy fuerte desde Jaca

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  2. Ayyyy, que bien! gracias Marian por escribir así de bien, sencilla y claramente tu experiencia.

    Me da mucho gustito darme cuenta, gracias a tus palabras, de la Comunidad que formamos las personas: tu vivencia, es también la mía, porque el camino es la vida, y es un camino común.

    Y, al leerte, me ha venido un darme cuenta que estaba necesitando: Lo genial de esto, de la biodanza (una de las cosas), según creo , es que, la vivencia es trasmisible!!! es posible hablar y ser comprendido y es posible, danzando, crear la situación que permita la comprensión!!

    No se, igual esto es un poco confuso para mi todavía a día de hoy, pero veo claro que el punto clave, para mi, ahora, es ese: trasmitir la alegría de vivir a las personas que vienen a biodanzar. No lo podías decir mejor ni más claro, Marian 

    Bueno, seguramente es una cosa que cae de cajón, pero yo acabo de comprenderlo. Jo, Gracias, tia, necesitaba hoy darme cuenta de esto.

    Cuanto Amor, cuanto crecimiento, cuanto bueno a vivir!!!

    Miles de besos para ti, para los tuyos, para todas las personas que leen esta página, para ti, María, bonita, estoy feliz de leerte a ti también.

    Paz, Amor
    y salud_itos!

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