Nazareno
huele a heno.
Macarena
a yerbabuena.
Un
monaguillo, a tomillo.
El
Cristo de los Faroles, a jabón de girasoles,
El
campanero, a romero.
Un
centurión, a carbón.
Otro,
a potro.
Las
beatas, a patatas.
Los
curas, a confituras.
El
civil a perejil.
Los
sacristanes, a panes…
Y
algunos santos del cielo, a membrillo y a pomelo,
Antonio Rubio. Del libro Versos Vegetales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario