Es emocionante saber que existen personas así en el mundo... y lo bueno es que haya muchas de éstas personas... Lo triste es que no lo difundan más y salgan en los telediarios para que todo el mundo se contagie.
La historia de este maestro es para contarla y disfrutarla.

Y es un regalo para el mundo, la huella
que deja.
Ojalá gane este premio, porque lo
merece y por todo lo bueno que va a ser capaz de hacer con ese dinero. El
dinero en manos de personas buenas es una bendición.
Me encanta su frase:
"Pero tengo los pies en el suelo y
uno listo para saltar. ¡Hay que tener ilusión pero no hacerse ilusiones!"
Gracias César Bona, por existir.
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