A mí desde hace un tiempo, me pasa lo
contrario que a la niña protagonista de la historia que relata su mamá, en el
enlace que os comparto al final.
Tengo la suerte de tener a mi lado un
duende que me dice a menudo “No corras”
Me
lo dijo ya el primer día, y en ese momento esa frase se me coló dentro. Sentí
que venía de un ángel… de mi Ángel de la guarda. Ahora sé que realmente es así.
Yo, en esa primera ocasión me despedía
de él, me iba en coche y este “No corras” me indicó mucho más que la posible
velocidad de mi coche… En ese momento me di cuenta en mi prisa diaria por hacer
todo lo q quiero hacer e incluso estar en varios sitios a la vez… cosa que ya hasta
a veces consigo.

Hoy he leído este testimonio de esta
madre y realmente es así:
“Las cosas son más dulces y el amor
llega con más facilidad, cuando dejas de correr por la vida…”
Te invito a leerlo…
Y a tí... ¿qué te dicen? No corras o Date prisa...
Marian
Marian
No hay comentarios:
Publicar un comentario