jueves, 19 de septiembre de 2013

Deja de compadecerte...





Deja de compadecerte, dona tu compasión para quien vive en un conflicto armado, para quien pasa hambre, para quien tiene una enfermedad incurable, para quien es explotado/a sexualmente, para quien está privado/a de libertad, para quien ha sido torturado/a.
Tú puedes salir de ésta situación.
Haz algo, muévete.
Deja de lamentarte porque no posees esto o aquello, la creatividad y la imaginación son gratis. Inicia un curso de lo que te guste, sácate una nueva titulación, haz voluntariado donde sea, limpia tu casa de cosas banales o que ya no utilizas, vete al rastro, véndelas. Cómprate una bicicleta de segunda mano. Tu cuerpo te lo agradecerá, el medio ambiente y tu bolsillo también. Practica algún deporte, salir a andar es gratuito. Coge la mochila, vete al monte con un bocadillo y una botella de agua. Conéctate con la naturaleza.
Deja de maldecir de cómo está el país, lo sabemos de sobra. No crees más problemas y busca soluciones. Apaga la televisión, enciende tu sentido crítico. Céntrate en tu bienestar interior y en lo que puedes aportar de bueno a los demás. Rodéate de la gente que te quiere. Ponte una sonrisa. Lee. Sácate el carnet de usuario/a en la biblioteca. Comienza.
Se me ocurren todas estas sugerencias, estoy segura que tú encontrarás muchas más.
Tú eres lo mejor, creértelo es tu trabajo. Lo eres.
 





Carmen Sánchez Molina

Preciosa reflexión… Gracias Carmen.



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