¡ Por fín… cayeron los muros…!!!!
Después de muchos meses en que me rondaba la idea por la cabeza… y también los miedos y algunas inseguridades, que a veces insisten en aparecer… ¡¡ han caído los muros!! Y confío en que también con ellos esos miedos…
Ha tenido que llegar el otoño para dejar caer paredes…convertirlos en escombros… ¡curioso! Y hacer espacio… espacio para lo muevo.
Ha quedado una sala biodancera preciosa, con mucho espacio y donde ya , desde el primer día, hemos recibido a nuevas personas en los grupos .
¡Estoy contentísima…estoy feliz…! ¡Me alegra que esas maravillosas personas que vienen a biodanzar, dispongan de más espacio para dejar a su cuerpo expresarse, para dejarse llevar por la música, para dejarse sentir, para danzar su vida… y poder vivir el otoño…dejando caer todo aquello que ya no sirve, todo aquello que resta libertad…!
Es mi deseo que todo el que quiera hacer un regalo a su alma, venga a compartir este espacio con nosotros y se dé permiso para… simplemente sentir…
Marian
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